Romeo x Juliet como obra vanguardista
Romeo x Juliet es una adaptación audiovisual de la obra de Shakespeare. Su innovación principal, la importancia radical de la heroína. Lidia ofrece una mirada crítica sobre el anime de estudio Gonzo.
Bürger (2000) dice que la obra vanguardista se contrapone a la obra orgánica, tradicional o natural. Así pues, podemos comenzar calificando a la tragedia Romeo y Julieta de Shakespeare como una obra tradicional debido a distintos factores. Uno de ellos es que es trascendente: la obra shakesperiana es un tipo de arte único en su tipo, que ha roto con las barreras del tiempo y ha influido a lo largo y ancho de la historia literaria del mundo. Simplemente hay que ver cómo su legado ha llegado hasta el siglo XXI con un producto cultural tan popular como el anime. Otro factor tiene que ver con su evidente realismo o naturalismo: la tragedia nos presenta una anécdota probable que parece poder ocurrir en cualquier momento. Además, es posible tener un acercamiento hermenéutico-interpretativo con la obra debido a que su soporte físico es el texto: con Romeo y Julieta estamos ante un texto literario que es posible desmenuzar y analizar.
Por otra parte, tenemos el anime de Romeo x Juliet como una obra vanguardista. Sigamos la misma línea del párrafo anterior: primero, es preciso decir que el anime es una obra efímera. Al ser una serie animada, su principal medio de emisión es la televisión (y, en todo caso, los servicios de streaming por Internet), por lo que se convierte en un producto que puede ser fácilmente consumido debido a que “vivimos en una civilización […] de omnipantalla, ya que estamos rodeados de pantallas por todos lados” (Navajas, 2011, p. 12). El segundo de los factores que cité tiene que ver con el naturalismo de la obra shakesperiana: en el anime este punto no se cumple. Es una obra artificial imbuida en circunstancias fantásticas hasta la médula; en el plano de lo real es imposible encontrar un continente sostenido por un árbol mágico que se nutre de señoritas enamoradas, tal como lo plantea el anime. Así, Bürger (2000) dice que en la obra vanguardista tenemos un conflicto del hombre (Romeo, Julieta y su séquito) con el mundo (Ofelia, Escalus y el destino).
Así pues, es difícil e incluso imposible tener un acercamiento interpretativo mediante la teoría clásica. Con Romeo x Juliet no estamos ante un texto literario que se puede estudiar, sino que se nos presenta un producto audiovisual en el que, en el mejor de los casos, lo que podemos hacer es un análisis semiótico, y aún así habría dificultades para acomodar cada una de sus partes a lo que queremos encontrar. Es entonces que se renuncia a la interpretación; esto puede volverla una obra vacía, un producto lúdico en el que su único fin es ser consumido como espectáculo. Debido a esto, el televidente ya sabe qué es lo que va a encontrar en la historia, así que va con el propósito de entretenerse, de conmoverse. Podemos remitirnos a lo que ya se ha dicho sobre el melodrama, pues su propósito principal es provocar un choque de sentimientos en el espectador, quien se compadece o simpatiza con los personajes para que el efecto de la obra pueda llegarle (Alatorre, 1999).
Además, a lo largo de la serie podemos ver múltiples elementos extratextuales que mueven a la innovación (Beristáin, 2018), en especial tres: el primero es la presencia de pegasos (animales fantásticos de la mitología griega) en lugar de caballos. Otro es la referencia al árbol Yggdrasil (mitología nórdica) como Escalus en la serie (ya no es un personaje, sino un actante); de hecho, al llamar Odín a Julieta ya se está preparando a la audiencia para lo que viene, pues una de las traducciones del nombre Yggdrasil es “caballo de Odín” (Hagen, 1903). Además, Ofelia, la aliada de Montesco en la serie, vendría a ser el equivalente a las nornas o jardineras que cuidaban de Yggdrasil y el agua en la que hunde sus raíces Escalus podría ser el pozo de Urd que alimentaba una de las raíces del árbol en la mitología. Una más es la referencia a un continente flotante: aquí podemos remitirnos tanto al videojuego Final Fantasy VI (lanzado por Squaresoft en 1994) como a El castillo de los Pirineos de Magritte (1959).
Una de las innovaciones más importantes aportadas por el estudio Gonzo en el anime es la transformación y radical importancia que se le brinda a Julieta en la nueva historia: al darle más peso y profundidad a su personaje, ocurre un empoderamiento femenino muy refrescante respecto a los conflictos que Shakespeare retrataba en la obra original. Así, los padres de Julieta, sobre todo Capuleto, reflejan la cultura patriarcal de la época de Shakespeare a la perfección: así, la niña Julieta, a la que aún le faltan dos semanas para cumplir catorce años, debe casarse con el hombre que el padre ha designado para ella. Esta Julieta teatral no tiene poder alguno frente a la autoridad de sus padres y de la sociedad, por lo que prefiere tomar las riendas en sus propias manos, aunque sea un error garrafal. No obstante, la Julieta del anime es una mujer de armas tomar. Con el cambio de discurso hacia la inclusión de la mujer (Castro, 2012) es posible apreciar su perseverancia, su esfuerzo, su fuerza física, su carácter decidido y, en fin, su empoderamiento como mujer.
A pesar de que resulta ser un producto efímero, consumible e incluso podríamos decir desechable, Romeo x Juliet representa un primer acercamiento más que adecuado al arte renacentista representado en Shakespeare y a la influencia de la mitología nórdica. Además, de la serie se desprenden dos interesantes temas en los que puede profundizarse bien: la referencia a las revoluciones sociales de los pasados dos siglos representada en los últimos capítulos de la serie y la particular importancia de Montesco como villano en la historia. De hecho, sólo estudiar este personaje a profundidad requeriría remitirnos a otras obras de Shakespeare como Enrique III y El rey Lear, además del estudio de la locura visto desde el Renacimiento.
Como puede verse, a pesar de que el anime resulta ser un pastiche cultural bastante amplio, la posibilidad de descomponerla en partes para analizar cada una (lo que también la hace vanguardista) nos brinda la oportunidad de conocer más acerca de las influencias que trascienden fronteras y épocas para instalarse en el presente siglo.
Referencias
Alatorre, C. C. (1999). Análisis del drama (3ª edición). México, D. F.: Escenología, C. A.
Beristáin, E. (2018). Diccionario de retórica y poética (9ª edición). México: Editorial Porrúa, S. A. de C. V. (1985)
Bürger, P. (2000). Teoría de la vanguardia (García, J., traductor, 3ª edición). Barcelona: Ediciones Península, S. A. (1987)
Castro R., M. (2012). El género, la literatura y los estudios culturales en México. Estudios sobre las culturas contemporáneas, xvii(35), 9-29. http://www.redalyc.org/pdf/316/31623308002.pdf
Hagen, S. N. (1903). The Origin and Meaning of the Name Yggdrasill [El origen y significado del nombre Yggdrasill]. Modern Philology, 1, 57-69.
Navajas, S. (2011). Manual de Filosofía en la pequeña pantalla. Las claves del pensamiento filosófico en la cultura de masas (Ortega, J., editor). España: Editorial Berenice, S. L.
Lidia Espinosa @medicenlidia
A veces escribe, a veces lee, pero siempre está pensando en buenas historias, comida y anime. Su nueva obsesión es Genshin Impact. Le gusta la fantasía, la ciencia ficción y el romance, y procura hacerse experta en esos temas.